Robots, algoritmos y datos para evitar la sexta gran extinción

La tecnología, una vez más, se pone al servicio del planeta. En esta ocasión, para evitar la que podría ser la sexta gran extinción de especies gracias al proyecto impulsado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas Wildlife Monitoring Bots (robots de monitoreo de vida salvaje, en inglés). En la actualidad, el ritmo al que desaparecen las especies se ha acelerado progresivamente, suscitando preocupación y poniendo de manifiesto la necesidad de adoptar medidas paliativas que frenen la pérdida de la biodiversidad. Y en esta lucha, la tecnología ocupa un papel primordial.

Algoritmos de control, clave

La información es poder; y en esta ocasión, no hay excepción que valga. En este contexto resulta necesario disponer de censos de poblaciones en peligro de extinción a lo largo del tiempo, algo que, en la práctica, supone un verdadero reto debido a la importante inversión de recursos que acarrean los conteos. Por ello, cada vez más, la generación de los datos se complementa y aumenta con el despliegue de redes de sensores móviles, localizados en diferentes tipos de vehículos autónomos. Estos dispositivos, además de abaratar costes, suponen una manera efectiva y precisa de obtener información sobre las especies. Sin embargo, para su manejo, es crucial desarrollar algoritmos de control robustos y rápidos que monitoricen la posición y velocidad del vehículo autónomo en cada momento y contraste los datos con los movimientos prediseñados.

Dichos vehículos autónomos —que pueden ser terrestres, aéreos o acuáticos— se operan individualmente y quienes los manejan son los que trabajan de forma coordinada. En este escenario, el verdadero reto matemático reside en diseñar algoritmos de control para que un solo operador pueda coordinar un grupo de robots que realizan una tarea de manera autónoma. En los últimos años, se han desarrollado varios métodos de coordinación de robots, especialmente en robots terrestres. Estos dispositivos son capaces de formar figuras geométricas, que permiten ampliar el área de cobertura.

Estos modelos, según apunta el citado proyecto, ya han mostrado buenos resultados para el control de la coordinación de drones y vehículos terrestres autónomos. Actualmente, se aspira a desplegar esta metodología para coordinar drones y kayaks no tripulados para realizar un censado del venado de las pampas, una especie en peligro de extinción, en humedales del Sitio Ramsar Bahía Samborombón (Buenos Aires), de difícil acceso por medio terrestre. Así, el desarrollo de los modelos matemáticos, específicos para este problema, permitirá diseñar algoritmos de control para sistemas de más de dos vehículos, aplicables a otros desafíos medioambientales.