Gestionar, regular y comunicar adecuadamente la innovación es clave para impulsar su adopción

El sector tecnológico sigue siendo uno de los que más confianza suscita en España (con un porcentaje del 69%, apenas tres puntos menos que el año anterior) precedido por el sector salud (74%) y el educativo (72%); sin embargo, la confianza en una de las tecnologías de moda, la inteligencia artificial, sigue siendo limitada (sólo confía en esta un 40% de personas y, de hecho, otro 42% la rechaza). Estos son algunos de los datos que pone de manifiesto el último ‘Barómetro de confianza’ de la compañía de comunicación Edelman, un estudio que mide, mediante la elaboración de una encuesta global, el estado de la confianza en 28 países. 

El informe, que en su edición de este año profundiza en la relación entre la confianza y la innovación, concluye que España, como país, a pesar de haber mejorado ligeramente, todavía se encuentra en posiciones de desconfianza, con un porcentaje del 46%; este resultado está en línea con el resto de los países de Europa consultados siendo el mejor posicionado Italia, con un porcentaje de confianza del 50%, seguido por Suecia (49%), Francia e Irlanda (ambos con un 47%), Alemania (45%) y Reino Unido (39%). 

“Una de las grandes conclusiones de este año es que es tan importante la gestión de la innovación y su percepción, como el desarrollo de la innovación. Las empresas (55%) son la institución en la que más se confía para que integre la innovación en la sociedad de forma segura, útil, fácil de entender y accesible, por delante de las ONG (48%), medios de comunicación (38%) y gobierno (37%)", apuntó Lucía Carballeda, codirectora general de Edelman en España y responsable de Reputación de la compañía, durante la presentación del informe el pasado 19 de marzo en Madrid. 

En concreto, el 43% de los encuestados en España para este informe considera que la innovación está mal gestionada, frente al 28% que afirma que está bien gestionada. Curiosamente, si se percibe que la innovación está bien gestionada aumenta su aceptación y su adopción. Pero aquellos que consideran que la innovación está mal gestionada creen que la tecnología va demasiado rápido (47%), provocando una visión negativa del avance (69%) y creando una sensación de brecha de desigualdad (78%). 

Una forma indiscutible para los encuestados de generar esa confianza en torno a la implementación de la innovación es a través de expertos: para los encuestados, son los científicos (84%) y expertos técnicos (78%) quienes deben liderar esta implementación. 

Otro dato destacable del estudio es que los españoles creen necesario que haya una regulación efectiva de la innovación para asumir su adopción. Entre ellos, el 50% considera fundamental que el gobierno y las empresas colaboren en materia de innovación (22 puntos más que hace 10 años). “Una vez más, vemos cómo la comunicación es clave a la hora de generar confianza en los ciudadanos”, según Pelayo Alonso, codirector general de Edelman en España y responsable de Marca en la compañía. 

Importancia de comunicar honestamente la innovación 

Precisamente sobre la importancia de la comunicación de la innovación y el rol que tienen los medios de comunicación, en particular los especializados, en esta materia reflexionó Esther Macías, directora editorial de Foundry España, grupo que publica cabeceras decanas del ámbito de las TI como ComputerWorld o CIO, en una mesa redonda celebrada con motivo de la presentación del informe de Edelman y en la que participaron también Diego Rubio, secretario general de Políticas Públicas, Asuntos Europeos y Prospectiva Estratégica de la Presidencia del Gobierno; Fátima Báñez, presidenta de la Fundación CEOE; Carlos Casas, global head of Talent & Culture de BBVA; y Jorge Barrero, director general de la Fundación COTEC. 

Esther Macías se lamentó de que, según los datos del informe, sólo el 36% de consultados confíen en los periodistas para comunicar de forma honesta la innovación. “Es, en cierto modo, normal en un contexto de sobreinformación como el actual, en el que los ciudadanos sufren ‘fatiga informativa’ y en el que, según este y otros estudios recientes, están preocupados por la proliferación de información falsa, sobre todo desde el auge de las redes sociales y agravada, ahora, con el de las herramientas de inteligencia artificial que propician los llamados ‘deepfakes".  

Esther Macías (Foundry). 

La clave, según la directora editorial de Foundry en España, es “volver a los cimientos del periodismo”: “Los medios, y esto es lo que intentamos en nuestras cabeceras, tenemos que dar prioridad a la calidad y veracidad de la información, evitar las estrategias de ‘clickbait’ para fomentar el tráfico de los sitios web con contenido llamativo, pero de escaso valor. Es más importante que nunca acudir a fuentes confiables, a estos científicos y expertos técnicos que tanta credibilidad siguen teniendo según el informe de Edelman [un 82% confía en los primeros para comunicar la innovación y un 70% en los segundos]. Además, los medios no debemos ser meros altavoces de las iniciativas gubernamentales o de las empresas sino ejercer realmente una función de control del poder”.  

Desde la perspectiva de la Administración y del Ejecutivo en particular, Diego Rubio, secretario general de Políticas Públicas, Asuntos Europeos y Prospectiva Estratégica de la Presidencia del Gobierno, destacó, sin embargo, la negativa relación que existe entre la confianza y el nivel de exposición mediática: "Está demostrado que cuanto más presente está algo o alguien en el foco mediático menos confianza suscita. Esto explica la mayor confianza que, según el informe, tienen las empresas frente a los gobiernos”. 

Frente a este posicionamiento, Fátima Báñez, presidenta de la Fundación CEOE, se congratuló de que, según el informe, las empresas sean uno de los factores que propician la certidumbre y la confianza. “Las empresas son parte del futuro de un país; son responsables de ocho de cada diez empleos y generan el 60% de la riqueza social", recordó, añadiendo que el “compromiso social de las empresas es creciente, como se puso de manifiesto recientemente en crisis como la de la pandemia, la de Filomena en Madrid o en la acogida de refugiados de la guerra de Ucrania". “Somos un actor importante que, por otro lado, cada vez colabora más con el sector público, porque el éxito es colaborativo y en la colaboración público-privada está la eficacia”, afirmó. 

Tras apuntalar la importancia de la colaboración público-privada, en la que se asienta la entidad que lidera, Jorge Barrero, director general de la Fundación COTEC, se mostró preocupado, no obstante, por el excesivo poder que muchas empresas están adquiriendo, convirtiéndose en una suerte de “empresas-estado”. “Y no me refiero sólo a las del ámbito digital en las que todos pensamos; parece que, ante cualquier catástrofe, muchas veces tenemos la sensación de que es más fácil que nos salve un multimillonario que nuestro presidente del Gobierno. Y esto es preocupante”. Barrero hizo también hincapié en que no hay que ver la innovación como la solución a todos nuestros problemas, “esto es una falacia"; además, añadió “tampoco hay que confundir innovación con tecnología: innovar implica muchos más elementos que la tecnología y conlleva, sobre todo, un fuerte cambio cultural y organizativo". Eso sí, culminó diciendo que, en todo caso, “innovar es lo que nos hace humanos y lo que nos abre la puerta a un futuro mejor2. 

Por su parte, Carlos Casas, global head of Talent & Culture de BBVA, tras puntualizar la relevancia del sector de la banca para el país, reflexionó sobre "el importante papel que tiene la confianza para la inversión y el crecimiento económico" y el rol que tienen las propias empresas para impulsar la innovación.